Estas cosas solo pasan aquí. Risto por favor, pon orden. Lo acojonante de esta historia es que nadie pueda hacer nada al respecto.
De pronto, varios, cuya suma de talentos arrojan un saldo notablemente inferior al que algún ( con uno valdría ) buen artista español tiene, ante su fracaso profesional, merma de sus ingresos ( a los que estaban acostumbrados ) y el cariz que toma el mundo con las nuevas tecnologías, deciden dar un golpe de estado. Buscan cómplices, se rodean de colegas progresistas ( de esos que solo se mueven a golpe de símbolos progresistas ) e imponen su dictadura al cobijo del poder gobernante.
El resultado es que el pobre dueño del bar de toda la vida, debe pagar, el dueño del autobús debe pagar y lo que ya clama al cielo es que los más desvalidos, víctimas de enfermedades incurables, o quienes se lo curran para dar una vida digna a indigentes africanos, también deben pagar.
Ellos no están aquí para ser simpáticos; o eso dicen ellos mismos. Pedazo de excusa.
1 comentario:
Un apunte.
Me llama la atención que aquellos que han permito que su "arte" funcione dentro del mercado de la oferta y la demanda, ahora, que la oferta, la demanda y el mercado han cambiado. Pataleen enrabietados tratándo de ganar por la vía de la amenaza. Sinceramente que se jodan, haberse pensado antes esto de convertirse en música de supermercado.
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